Sociólogos indican que tan solo una falta real de política del Estado, en cuanto a orientación, es parte de la problemática y a esto se agrega el fenómeno de la transculturacion que experimenta la República Dominicana.
La televisión dominicana, sin control alguno de lo que se proyecta, con las novelas y películas, sin censuras, también tiene una cuota de culpa en ese mal.
Los datos procedentes de los organismos estatales que tienen que ver con el asunto de salud, adolescentes y menores de edad en estado de gestación, han arrojado datos alarmantes con los números de menores embarazadas.
Por citar un caso, novelas se presentan a cualquier hora, con imágenes fuertes de escenas de sexo entre actores, incluso, a veces, al mediodía y tempranas horas de la noche. La llamada Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonia, no es mas que una entidad "para que los compañeritos cobren mensual".
A eso se agrega también, los videos clip que se proyectan en canales locales con escenas fuertes, pero la Comisión, tiene los ojos vendados para este caso, solo están pendiente a los días 25 de cada mes. Es una vergüenza nacional, que una entidad, creada desde los tiempos de Rafael Leonidas Trujillo y su Reglamento 824, no funcione ni para prohibir los temas de dembow, cargado de doble sentido, que invaden la radio nacional.
Los mismos estudiosos de la conducta humana, precisan, que ese ritmo musical criollo, nacido en los estratos sociales mas bajos, con su forma de bailar y las letras, tiene un porcentaje alto en violencia, promiscuidad, inicio relaciones sexuales temprano y hasta en muerte, por su fuerte contenido.
Es decir, que Gobierno, Profamilia, Comisión Espectáculos y la propia familia, deben velar por el control de sus hijos.
Fuente :El Venenazo.com
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